Extra issue 6, “Los obispos en la temprana edad media italiana”

Dentro del proceso de construcción de una institución novedosa aunque no del todo ajena a las posibilidades intelectuales y materiales del período conocido como Antigüedad Tardía, la Iglesia produjo un personaje digno de atención: el Obispo. De este período, que según los autores y escuelas analíticas, puede incluso abarcar hasta en siglo X, nosotros extenderemos nuestro objetivo de estudio hasta el SVII para un mejor análisis metodológico e iconográfico; siendo por tanto nuestra investigación, un trabajo que girará en torno de la construcción de la imagen de la que es necesaria revestirse alguien a partir del VI para poder acceder a una silla episcopal.

El análisis tendrá específico peso dentro del área occidental europea, tomando como ejemplo de análisis una sede de relativa importancia continental: Ravena; siendo necesario no descartar al espacio oriental ni otras sedes italianas, pues pueden ser un buen elemento de comparación, sobre todo cuando entre estos pastores circule una profusa correspondencia.
Indudablemente, el mensaje de poder que el Obispo intenta transmitir, deberá hacerlo mediante todos los elementos que antes Roma usó para expandir su mensaje cultural, por lo que incurriremos en la temática de la iconografía para poder “armar” el retrato de un obispo, ya sea vivo o convertido en santo. Creemos necesario detenernos un momento en esta apreciación. En virtud de que como Roma utilizó de manera propagandística para la exportación del poder imperial la imagen de funcionarios de diversos niveles, el cristianismo, arrancando de sí el mandato veterotestamentario respecto de la prohibición del uso de imágenes; a partir del siglo II y más especialmente del siglo III, empezará a usar y prácticamente copiar motivos y estilos de la iconografía romana

Jorge Rigueiro

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